Puerta de Entrada

A cada lugar que he ingresado, ha sido por la puerta de entrada. Por lo general las puertas de entradas son, a las casa o a los edificios, lo que la nariz a la cara, determinadotes de la estética. En la mayoría de los casos son como un invitación a ingresar “Pase señor, lo estaba esperando...”. Aunque también, y dependiendo del punto de vista, algunos pueden ver a aquellas grandes puertas, no como invitación, sino, como un gran obstáculo. Esas puertas dicen: “No señor, esto ya es propiedad privada”.
En la vida existen miles de puertas, muchas de las cuales están abiertas; otras, cerradas (pero sin llave), otras tienen dos vueltas y – en el peor de los casos – hay puertas blindadas, cerradas con llave, candado, pasador, etc. Ahora bien, es de suponer que lo que se esconde detrás de una puerta de tan difícil acceso es, sin duda, más valioso que aquello que encontraremos si atravesamos aquella puerta que ni siquiera está apoyada al marco. Por eso es importante que se luche por abrir la puerta que opone mayor resistencia, pero no forzándola, sino, buscando (y encontrando) las llaves adecuadas.
Las puertas están a cada paso que damos. Y las llaves?... Las llaves, en cada uno de nosotros.

Comentarios

Marta ha dicho que…
Seguí avanzando.

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